sábado, 28 de junio de 2014

A (des)tiempo

"—A veces creo que el veneno ya se ha diluido en la sangre. Simplemente ya estás muerta.  Es cuestión de tiempo que te des cuenta, y para entonces sólo podrás reír por no haberlo sabido antes. Tracerías negras en el interior de las muñecas, por todas esas veces que te brillaban las venas. Felicidad tan frágil, tanto.

No tiene sentido seguir esperando que se arregle, porque ya se ha terminado. Sólo queda tiempo. Sólo tiempo. En algún lugar del tiempo ya estoy muerta. Y dicen que el tiempo tiene un valor incalculable, pero, ¿sabes?, el tiempo no va a salvarme a mí. "

martes, 10 de junio de 2014

Galaxo uno

     Una tarde de junio de esas que parecen el final pero que no (nunca) lo son. Las persianas sedientas estiraban los labios para tocar el alféizar ciego, brillante. Cargadas del polvo del invierno que nadie se había molestado en limpiar, seguían gimiendo cada vez que la chica egoísta, la de ahí, del escritorio, quería ver el sol.
     Hay veces que hay que separar dos cosas que desean estar juntas para que se haga la luz. Entonces ni ella ni las persianas lo sabían. Aún no había abierto los pulmones al verano.
     Encontró el primer galaxo cuando el sol se asomó desde detrás de la montaña para arañarle la mejilla, herido en su orgullo. Llevaba mucho tiempo ignorándolo. Demasiado para un alma vanidosa. Se levantó y la luz naranja le devoró la silueta. Empezó por los contornos. Cuando llegó la noche no quedaba nada de ella. No estaba allí. ¿Dónde había ido, con el galaxo atrapado en las manos?